Comenzamos en el
año 2001. Es en este año cuando ocurre la explosión de la burbuja de Internet,
debido a que se había hinchado el mercado de Internet. Ocurre con las grandes
empresas de Internet, que todas van a cotizar en bolsa. Ocurrió, por ejemplo,
con Terra, un portal, que sale a bolsa. Empieza a subir el precio de la acción
rápidamente. Siguen comprando, y sigue subiendo, hasta que se cae porque esta iba
hinchado…Esto ocurre, en mi opinión, por que la gente cada vez se apunta a
más a la cultura del pelotazo (conseguir
mucho dinero muy rápido y en muy poco tiempo), para forrarse. Pero llega un
momento en el que si algo sube mucho y muy rápido, acaba cayendo. Esto suele
ocurrir en economía.
Más tarde, en el
año 2002, la reserva federal de Estados Unidos baja el precio del dinero del
6,5% al 1%. Esto sucede en un espacio de tiempo muy corto (2 años). Con “el
precio del dinero” me refiero al precio de pedir prestado el dinero. Lo que
ocurre entonces, es que al bajar los intereses de los préstamos, la gente se
animó a pedir préstamos. Estos préstamos se usaron en muchos casos para la
adquisición de viviendas mediante las hipotecas.
Además, hay que
añadir que el mercado inmobiliario tras un tiempo en estado de crecimiento,
terminó de despegar. Esto produjo que el precio de la vivienda en tan solo 10
años se multiplicara por 2. Esto a su vez produjo que la venta compra de
viviendas se convirtiera en un negocio con grandes beneficios y de nuevo la
gente se anima a la cultura del pelotazo.
Al haber tanta
gente interesada en la compra-venta de viviendas, aumentaron los préstamos
bancarios para la compra de estas. Esto produjo que aumentara el número de
clientes de los bancos. Estos, se emocionaron al ver que les iba bien el
negocio y sacaron un nuevo producto que llamaron hipotecas “subprime”. Estas
consisten en dar un préstamo por encima del valor de la vivienda que se va a
comprar. De este modo, si la vivienda cuesta, por ejemplo, 200.000 Euros, se le
da al comprador 100.000 más para otro tipo de gastos. Este tipo de hipotecas
iban dirigidas a un tipo de persona en concreto. A los llamados NINJAS. Estas
personas no tenían ningún tipo de ingresos (No Ingress), tampoco tenían un
trabajo (No Job) ni tampoco tenían ninguna propiedad (No Asseds). Con ello y
con el resto de préstamos que hicieron los bancos, empezaron a quedarse sin
dinero. Entonces se les ocurrió que podían vender estas hipotecas al extranjero
y así conseguir dinero para poder seguir con las hipotecas. De este modo
comienzan a vender estas hipotecas subprime al extranjero con el nombre de MBS.
En el fondo estos paquetes en el que la gente invertía su dinero, eran paquetes
de mierdecilla. La gente accedía a la inversión porque sonaba muy bien, ya que
eran inversiones en el extranjero, y además tenían un nombre que daba sensación
de importancia (MBS).
Lo que luego
ocurre es que el sistema inmobiliario hace “crac”y entonces todo lo invertido
en viviendas, que supuestamente en el futuro iban a costar más, se pierde. Esto
afecta de especial manera a España. Digo que afecta de especial manera debido a
que en nuestro país un porcentaje muy alto de los trabajos estaban relacionados
con la construcción. De este modo, al caerse este sector tan importante en
nuestro país, mucha gente entro a formar parte del paro. Esto produjo el
aumento de gastos del estado y disminución de ingresos.
En este último
párrafo he hablado de la crisis económica en España, pero me gustaría dar algún
dato más.
En España sobre
el año 2000, con el boom inmobiliario, se construían más de 700.000 viviendas
al año, cuando la demanda natural en el mejor de los casos era de 450.000. Por
tanto se construían viviendas que no iban a ser ocupadas. La gente pedía
créditos hipotecarios con plazos de amortización casi ilimitados, hasta 40
años. Además, gran parte de estos créditos estaban financiados con dinero
procedente del extranjero. Aumento mucho el número de empleos relacionados con
la construcción en esos años debido al frenético ritmo de construcción. El paro
en estos años era muy bajo. La gente se animó a comprar viviendas (no solo los
españoles, si no también inmigrantes) ya que parecía un buen momento, hasta el
punto de tener varias viviendas. Se seguían construyendo más viviendas a pesar
de que había 3 millones de casas vacías. En 2007 estalla la crisis de las
hipotecas subprime y comienzan las desconfianzas entre los bancos que dejan de
prestarse dinero unos a otros. Comienza a no venderse viviendas y la demanda se
paraliza. Las inmobiliarias se quedan sin entradas de dinero y se paralizan las
obras. En 2007 y 2008, el mercado inmobiliario se paralizó. Sin posibilidades
de vender casas terminadas (los teóricos compradores no conseguían hipotecas)
ni de terminar las ya iniciadas, muchas inmobiliarias y constructoras
suspendieron pagos o, en el mejor de los casos, redujeron casi a cero su
actividad. Comienza a subir el paro muy rápidamente por lo que explique antes,
y en apenas un año se perdieron 650.000 puestos de trabajo. El gobierno puede
hacer poco. Caen los ingresos públicos, pero aumentan los gastos en paro y
otros relacionados con la atención de los cada vez más indigentes. Las cuentas
públicas vuelven a los números rojos tras algunos años de superávit. Y aquí
estamos.
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